MEGALIBRO.- ¿Cree que su mensaje paradójico de que "para liderar hay que servir" es de entrada lo que más ha impactado de su libro? ¿Le ha sorprendido el éxito del libro?
JAMES C. HUNTER.-No estoy seguro de que este mensaje paradójico haya sido lo que más ha llevado al éxito de mi libro. Sé que muchas de las verdades de la vida tienden a ser paradójicas y la esencia de liderazgo no es diferente.
Me pareció interesante que en la edición española se cambiara el título por «La Paradoja», en lugar de «The Servant» («El Sirviente»), que es el que aparece en la edición inglesa. Me comentaron que la palabra "sirviente" tiene connotaciones negativas en algunos países de habla hispana. En mis seminarios he visto también que algunos afroamericanos tienen problemas con esta palabra debido a la imagen y metáfora que puede suscitar. En mi libro hay una gran diferencia entre ser un "servidor" y ser un "esclavo". Los esclavos hacen lo que la gente quiere y los sirvientes dan a la gente lo que necesita.
Respecto al éxito del libro, debo decir que no estoy demasiado sorprendido por su popularidad. He estado enseñando estos principios de liderazgo servicial durante 15 años y sé el impacto que tienen sobre el público, sea de la condición que sea. Estoy convencido que los principios del liderazgo servicial son aceptados por la gente porque son principios bíblicos construidos sobre la verdad.
MEGALIBRO.- ¿Cree que hay muchos buenos líderes en el mundo de la empresa de hoy? ¿Se valora el papel y el valor de los subordinados en la misma?
JAMES C. HUNTER.-En términos de calidad, en las organizaciones que visito me encuentro todo tipo de estilos de liderazgo inimaginables, tanto efectivos como inefectivos. A menudo equiparamos buenas personas de negocios con líderes efectivos. Hay sin embargo una gran diferencia entre dirigir una organización y conducirla. La dirección trata sobre las cosas que hacemos (el planning, el presupuesto, la solución de problemas, la organización, la realización de estrategias, etc..), todas muy importantes, pero que ninguna define el liderazgo.
John Maxwell, el prolífico autor del liderazgo, dice que el liderazgo es nada más y nada menos que influencia. Creo que tiene razón. El liderazgo es la habilidad para influenciar a las personas a partirse el cuello por un objetivo, para obtener corazones, mentes y almas, creatividad, excelencia, para hacer que la gente se entregue a la misión. He conocido algunos grandes directores que naufragaban a la hora de liderar a las personas. Por el contrario, he conocido a personas con grandes habilidades de liderazgo que no eran directores efectivos.
En lo que se refiere a la evaluación de los trabajadores, de nuevo veo organizaciones que lo hacen, otras que lo hacen a medias y otras que no valoran a los subordinados. Todas con las que he trabajado dicen lo que conviene; todas dicen que la gente es su más preciada posesión y la fuente de la ventaja competitiva. Pero hoy es excepcional que la organización se comporte de acuerdo a lo que dice, aunque, eso sí, las hay que verdaderamente lo hacen.
PRINCIPIOS DEL LIDERAZGO
MEGALIBRO.- ¿Cuáles son, a su juicio, los principios esenciales del liderazgo?
JAMES C. HUNTER.-Indudablemente, el más importante es el carácter. Warren Bennis (otro gurú del liderazgo) afirma contundentemente que el liderazgo es carácter. Estoy convencido de que tiene razón. Ahora, cuando hablo de carácter, no me refiero a personalidad o estilo. Hay mucha gente que tiene personalidad, pero eso no implica que tenga carácter en absoluto. Carácter es una madurez moral, una voluntad de hacer las cosas bien, aunque tengan un coste. El carácter es saber ganar la batalla entre lo que se tendría que hacer y lo que querríamos hacer. Aristóteles dijo, hace 2.300 años, que el carácter es una costumbre. El general H. Norman Schwarzkopf cree que el 98% de los fracasos de liderazgo del siglo XX fueron fracasos del carácter.
MEGALIBRO.- ¿Y las cualidades que se necesitan para ser un buen jefe? ¿Lo puede ser cualquiera?
JAMES C. HUNTER.-Creo que para dirigir (para ser influyente), aparte del carácter, se requieren capacidades como la paciencia, la bondad, el desinterés, la buena voluntad para olvidar, la honradez y el compromiso. Estoy convencido de que el liderazgo es una pericia, lo que implica ser un líder y tener habilidades. Creo también que esta pericia está al alcance del 90% de la población. Algunos de los mejores líderes han aparecido inicialmente muy lejos de las cimas de sus organizaciones, en taxis, cocinas, patios y multitud de sorprendentes lugares.
MEGALIBRO.- ¿Cómo se consiguen la autoridad y la credibilidad necesarias para dirigir de forma efectiva? ¿Y el respeto de los subordinados?
JAMES C. HUNTER.- Sirviendo y sacrificándose por los subordinados. ¿Quién ha tenido (y sigue teniendo) más influencia que Jesucristo? Más de un tercio del planeta (más de 2 billones de personas) se llaman cristianos. Nuestro calendario se ha estructurado en torno a su fecha de nacimiento y a su vida. Él responde mejor que nadie a la pregunta. Él dijo: "ninguna persona puede ser líder, sin ser primero un servidor". Si elijes dirigir debes saber servir. Para entender lo que Jesucristo quiere decir, debes entender la diferencia entre poder y autoridad. Cuando servimos y nos sacrificamos por otra persona, tenemos influencia en ella. Es la ley de la cosecha, cosechamos lo que sembramos.
MEGALIBRO.- Usted, ¿se considera un buen líder? ¿Y un buen jefe? JAMES C. HUNTER.- ¡Esa es una pregunta para mi esposa! Le aseguro que trabajo muy duro para ser un buen líder en mi casa, en mi oficina, en la iglesia, en la comunidad. No soy el líder, pero me gustaría serlo. Persevero en la clave para el desarrollo del liderazo: mejora continua, ser un poco mejor cada día. |